sábado, 1 de enero de 2011





Un lugar elegido hace muchos años por los primeros asentamientos Jesuitas. Cuenta la historia de un pueblo que supo ser productivo, en sus años de saladero y extracción de cal. Hoy dejan cuna al esparcimiento en uno de los montes indígenas de la región.

Un espacio para el reconocimiento de la diversidad biológica, en un mosaico de diferentes ecosistemas. El monte rivereño, el humedal, el arenal, el blanquear, la laguna.






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