sábado, 1 de enero de 2011

Monte Rivereño

Los distintos ambientes han dado lugar a distintos tipos de montes. El componente vegetativo es un rasgo distintivo, el arbóreo de más fácil identificación. Es importante destacar que estas diferencias darán lugar al resto de la fauna y flora.

Ahí dos grandes grupos, comando como criterio su densidad. Monte Cerrado: aquellos que cubren con sus copas prácticamente la totalidad del suelo.

Monte Rivereño:
Acompaña los principales cursos de agua, se desarrolla en los márgenes como en las lagunas e islas vinculadas al mismo.

El ancho del monte a ambos lados parece guardar relación directa con el relieve del terreno, que determina el área de inundación de la cuenca. El monte que se ubica en llanuras de inundación amplias tiene un ancho considerable, puede alcanzar cientos de metros, mientras que los encajonados son de cien o menos metros. Sin embargo, el ancho del monte es mayor en sitios en que un curso desemboca en otro, casos de “Rincón”.

La vegetación arbórea y arbustiva se desarrolla siguiendo patrones, determinada por las necesidades hídricas de cada especie, sumada a sus necesidades edáficas (de suelo) y lumínicas. En términos generales se dispone en 3 franjas paralelas al curso de agua.



Contra el margen aquellas con mayor requerimientos hídricos, como sarandíes, sauces, mataojos. Estas especies juegan un papel fundamental protegiendo la costa de la erosión, fijándola con sus raíces y protegiendo el interior del oleaje con sus ramas disminuyendo la velocidad del agua.

En la franja intermedia se ubican especies con requisitos hídricos menores, pero que no se adaptan a condiciones de sequia o temperaturas extremas. Si bien la mayoría requiere bastante luminosidad, se adaptan a la sombra durante su etapa juvenil y solo llega al estrato superior en su estado adulto, si se genera el espacio. Es aquí donde se encuentran las especies de mayor porte como, los laureles, inga, azoita cavalos.

Contra el borde exterior se encuentran las especies mejor adaptadas a resistir los extremos de temperaturas, vientos y escasez de agua, que a su vez requieren de un nivel elevado de luminosidad. Entre las espéciese se encuentran los molles, coronillas, ubajay.

Existen formaciones especiales dentro del monte cerrado, según la predominación de algunas especies, el monte recibe distintas denominaciones. Se distinguen los “ceibales”, “sauzales”, en los casos en que predomina el ceibo, el sauce, formando grupos casi putos.

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